Disminuyó uso de sillas infantiles a pesar de que es obligatorio

Estudio revela que ocho de cada 10 niños no viajan seguros

Uruguay, a través de la ley 19.061 sobre Normas Varias de Seguridad Vial que el pasado sábado quedó reglamentada casi en su totalidad, pasó a integrar el selecto grupo de países que exigen el uso del Sistema de Retención Infantil (SRI). Menos de la mitad de las naciones del mundo están en esa lista. La norma establece que los niños de 0 a 12 años están obligados a viajar en los asientos traseros con SRI, un método que reduce entre 54% y 80% el riesgo de morir, pero, ante la falta de fiscalización, es respetado por unos pocos. 
 

“Los niños no son adultos en miniatura”: Los menores de un año son los que más utilizan el SRI. De acuerdo a investigaciones de la Fundación Gonzalo Rodríguez, seis de cada 10 bebés viajan bien sujetos pero, a medida que aumenta la edad, la prevalencia de uso baja a 27,7% para los niños de entre 1 y 4 años, y es casi inexistente (0,5%) para los mayores de 5 años. Con la  fiscalización de la ley se intentará mejorar las cifras. Para Rosa Gallego, directora técnica de la fundación, el último dato revela ignorancia: el sistema óseo-muscular no termina de desarrollarse hasta después de los 12 años de vida.

El riesgo crece por debajo de los 150 centímetros: Los cinturones de seguridad están diseñados para adultos de más de 150 centímetros de estatura. Su utilización por parte de un niño, sin sistema de retención, aumenta el riesgo de lesión. Según explicó la pediatra Mercedes Bernadá, la cinta superior queda a la altura del cuello de los preescolares por lo que, en caso de impacto, puede lesionar vasos del cuello como la carótida. Es frecuente que la cinta horizontal quede por delante del abdomen por lo que puede producir una lesión grave con rotura de vísceras abdominales y lesión de columna y médula dorsal o lumbar. Las lesiones habituales en niños accidentados son traumatismos de tórax, de abdomen, de miembros y heridas con importante pérdida de sangre. “Es posible que como consecuencia de las mismas se produzca la muerte, la que puede ocurrir en el momento del siniestro, pero a veces también tras muchos días de internación en CTI a pesar de todos los esfuerzos”, comentó Bernadá. Para evitar lesiones, la silla debe ser de buena calidad y estar bien instalada.
La Fundación Gonzalo Rodríguez recomienda no comprar equipos usados. Esto se debe a que los materiales de la silla no van a estar en condiciones para soportar un impacto, o puede faltarle una pieza esencial. Además, los asientos tienen fecha de vencimiento: de entre seis a 10 años. Pero, según Rosa Gallego, en las casas de segunda mano hay más antiguas.